domingo, 14 de diciembre de 2014

FIESTA DE LA CANDELARIA

Decreto ley

La Festividad de la Virgen de la Candelaria -que se desarrolla en la ciudad de Puno la primera quincena del mes de febrero- es la más grande e importante de nuestro país y una de las tres más significativas de Sudamérica (junto con el Carnaval de Rio de Janeiro en el Brasil y el Carnaval de Oruro de Bolivia), por la cantidad de símbolos y manifestaciones artístico culturales propios de las culturas quechua, aymara y mestiza de nuestro altiplano andino y por el volumen impresionante de personas que participan directa e indirectamente en su realización, lo que motivó que el gran José María Arguedas calificara a Puno como "la otra Capital del Perú" y fuera designada por Decreto Ley Nº 24325 como "Capital del Folklore Peruano" el 7 de noviembre de 1985. Festividad que rinde homenaje a la milagrosa Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad, y a la Pachamama o Madre Tierra, ambas benefactoras de la población puneña
La festividad en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria, Patrona de la ciudad de Puno, se realiza en la primera quincena del mes de febrero de cada año.
Organización:
Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno, que convoca la presencia de más de 150 conjuntos, entre "danzas nativas" que proceden de las comunidades y parcialidades, distritos y provincias del interior del departamento, y los conjuntos de danzas organizados en los distintos barrios de la Ciudad de Puno, en su mayoría denominados "danzas con trajes de luces", que compromete la directa participación de 50 mil danzarines aproximadamente y unos 15 mil músicos, sumando su participación indirecta unas 25 mil personas más entre directivos, alferados, bordadores, artesanos en la confección de caretas, botas y zapatos, cascabeles, etc., y miembros y allegados de danzarines de los diferentes conjuntos.
Esta Festividad se realiza de la siguiente manera:
Todos a ensayar:
Luego de haber recibido el año nuevo con bombos y platillos, los puneños se alistan para danzar ensayando todas las tardes y noches del mes de enero. Los integrantes de cada conjunto se reúnen para ensayar y acordar las condiciones en que irán vestidos y estar listos para el Concurso de Danzas con Trajes de Luces, además de prepararse para la Parada y Veneración a la Patrona de Puno.
Igualmente, en las comunidades ribereñas y en las parcialidades agrícolas y pecuarias de los distritos y provincias más lejanas del departamento, al ritmo de pinquillos, chaqallos, lawak’umus, sikus, bombos y zampoñas, se alistan sus pobladores para participar en el Gran Concurso de Danzas Autóctonas que se realiza el día 02 de febrero de cada año, en el Estadio "Enrique Torres Belón" de la ciudad de Puno.
En los últimos años se está haciendo costumbre en los diferentes conjuntos, iniciar los ensayos con una Misa en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria en el Santuario del mismo nombre, templo al que concurren los integrantes de cada conjunto, y luego de haber saludado a la Virgen con cohetes y bombardas y al compás de sus bandas, se dirigen a sus barrios y locales de ensayo y empiezan los ensayos.
Muchas veces las lluvias no son ningún impedimento para acudir a los ensayos, porque cada danzarín impone su fuerza, sus ganas, la alegría y el ánimo, que son los componentes para continuar y seguir marcando el paso al ritmo de la banda de músicos. Un día antes de las albas de la Octava, los conjuntos se alistan a recibir a la totalidad de las bandas de músicos que los acompañarán en la festividad, dándoles la bienvenida con mixtura, serpentinas, cohetes y bombardas, acompañados de ponches y licores, para posteriormente participar en el pasacalle (ensayo por las principales calles de la ciudad).
Las novenas
Las novenas se realizan ocho días entes de la Fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria, se inician cada 24 de enero y culminan el 31 del mismo mes, éstas se llevan a cabo en el Santuario de la virgen, allí las celebraciones eucarísticas son emotivas y llenas de fe. Los feligreses acuden al templo para agradecer a la Virgen por las bondades recibidas.
Asimismo, participan de estas ceremonias litúrgicas los representantes de todas las instituciones públicas y privadas, a los que se suman el común de las gentes, quienes acuden al Santuario para recibir la bendición de la Virgen María, confundiéndose en derroche de fe y alegría a la Virgen, en las ceremonias que se realizan en tres horarios, ocho de la mañana, doce del medio día y siete de la noche.
Albas de fiesta
El primero de febrero de cada año, a partir de las dos de la madrugada, los puneños despiertan por el estallido de las bombardas y camaretazos que se oyen desde las inmediaciones del cerro Azoguini porque son los alferados del día jubilar, quienes saludan desde muy temprano a la Virgencita de la Candelaria.
Desde lo alto del cerro, las melodías de las bandas de músicos acompañan a los invitados, a quienes agasajan con ponches calientes y licores. Posteriormente, al salir el sol inician la caminata hacia el Santuario de nuestra patrona, para celebrar la Misa de Albas a las seis de la mañana, terminada la eucaristía, los alferados invitan a los presentes a su domicilio para saborear los ricos potajes de la región.
Entrada de cirios
Esta labor también está encomendada a los alferados, pues desde su domicilio en horas de la tarde, acompañados de autoridades e invitados se trasladan nuevamente al templo de la Virgen portando cirios. Los alferados necesariamente deben ser esposos, donde el varón lleva el "guión" y la mujer lleva al niño en sus brazos, los cirios más grandes y adornados son para las autoridades y los pequeños para los acompañantes. Todos ellos van impecablemente vestidos y acompañados de la banda de músicos.
Entrada de k'apos
Por otro lado, los alferados de los conjuntos ribereños o comunidades, en horas de la tarde realizan un pasacalle por las principales calles de la ciudad, cargando en llamas y burros la leña que posteriormente será quemada en el Atrio del Santuario de la Virgen, quienes, al compás de bombos y tambores pasean por las calles, vistiendo para esta ocasión sus mejores atuendos tanto varones como mujeres, siempre acompañados de tarqas y pinquillos.
Vísperas
En la víspera de la fiesta, también se realiza una misa en el Santuario de la Virgen, luego de esa celebración, en el atrio del templo se queman fuegos artificiales, las bandas de músicos invitan a la celebración, allí se sirven ponches a los invitados y amigos, toda esta labor está a cargo de los alferados de la fiesta.
Día de fiesta: 2 de febrero
Es el día central de la Fiesta, la misma que se inicia con una misa comunitaria a las diez de la mañana. Se ofrece la Misa de Fiesta a cargo del Monseñor o Párroco del Santuario, allí los devotos rinden homenaje a la Virgen Morena.
Posteriormente se realiza la procesión por las principales arterias de la ciudad, terminada ésta se efectúa el cambio de alferados. Los feligreses acompañan a la imagen de la Virgen de la Candelaria en su recorrido, portando velas, y acompañados de una banda de músicos.
Paralelamente a ello, el Estadio Enrique Torres Belón de la ciudad de Puno, es escenario del Gran Concurso de Danzas Autóctonas, donde participan un estimado de 70 conjuntos de los diferentes poblados, comunidades, distritos y provincias del departamento, quienes también danzan a la Patrona de Puno.
Conforme culmina su participación en el Monumental Torres Belón, los conjuntos van saliendo rumbo al Santuario de la Virgen para saludar a la Mamita Candelaria, mostrando el colorido, gracia y alegría de sus danzas entre la multitud, quienes admiran la belleza de sus trajes y su danza.
Es precisamente ese día que concursan en el Estadio Enrique Torres Belón, apreciándose un espectáculo sin comparación alguna, ya que se aprecia gran variedad de danzas propias y auténticas. Es necesario puntualizar que, si el día de la Virgen no cae en domingo, entonces la fiesta se traslada al día domingo anterior al día central de la festividad.
Los visitantes, nacionales y extranjeros se regocijan con este derroche de colorido y variedad, admirando la belleza de sus trajes y deleitándose con la música y la danza de nuestra tierra.
Octava
La octava de la Festividad de la Virgen de la Candelaria se inicia a los siete días después del día central. Se realiza igualmente una misa de Albas, entrada de cirios y misa de vísperas, posteriormente se queman castillos, fuegos artificiales, y las bandas de los diferentes conjuntos así como las diferentes agrupaciones de sicuris participan de esta actividad.
La octava propiamente dicha se realiza siempre un domingo, cuyo acto principal es la Santa Misa, acto litúrgico de reflexión cristiana para todos los puneños. La procesión, se inicia a las dos de la tarde recorriendo las principales calles de la ciudad, estas actividades están a cargo de los alferados de la octava, acompañados por los devotos e integrantes de los conjuntos.
Paralelamente a este acto los conjuntos participantes del Concurso de Trajes de Luces hacen su participación en el Estadio "Enrique Torres Belón", donde se desborda el colorido de los trajes y las espectaculares máscaras, todos los conjuntos muestran coreografías alusivas a la Virgen de la Candelaria, algunos de ellos forman figuras de candelabros, floreros, estrellas o siglas alusivas a Puno. Allí también se aprecia la grandiosidad de las bandas, que generalmente son más de cien músicos en cada conjunto, y en algunos casos son tres y hasta cuatro bandas.
Veneración
El día anterior a la Veneración el pueblo coge y asegura lugares para presenciar la Gran Parada que se realiza en honor a la Virgen de la Candelaria. El día lunes, directivos de la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno, autoridades eclesiásticas, civiles, militares y políticas se congregan en el Atrio del Santuario, al mismo tiempo, el pueblo se vuelca a las calles para apreciar el paso de los conjuntos que danzan al compás de las bandas danzas importadas de Oruro, las diabladas, reyes morenos, reyes caporales, morenadas, caporales, wacawacas, sicuris, doctorcitos, kullahuadas, llameradas, tinkus, entre otros que engalanan la Veneración.
El recorrido de los conjuntos se inicia en la esquina de la Avenida El Sol con el Jr. Lampa, avanzando poco a poco hacia el Atrio del Santuario, al llegar al Santuario, saludan a la Imagen Morena y reciben su bendición, que también está presente en ese momento, donde los bailarines piden sus deseos y agradecen por los ya recibidos, luego continúan su recorrido pasando por la Plaza de Armas hasta llegar al Jr. Branden (Laykakota) donde finaliza el largo recorrido.
Cacharpari
Al día siguiente de la veneración comienza el Cacharpari que consiste en realizar una misa de despedida en el Santuario de la Virgen de la Candelaria, para posteriormente concurrir al local institucional y luego beber, bailar y adquirir compromisos para el próximo año. Por la tarde salen danzando por las calles hacia el tradicional Arco Deustua, donde se confunden en una gran confraternidad, para luego retornar a sus locales institucionales después de disfrutar de la inmensidad de la fiesta; así finaliza la gran fiesta popular y religiosa, hasta el próximo año.
Como son numerosos los conjuntos, el Cacharpari se prolonga por 8 a 10 días, y a veces coincide con el domingo de carnaval, continuando la fiesta por 20 días más. El Cacharpari quiere decir que el conjunto no volverá a reunirse sino en el año siguiente en que reanudará sus afanes para volver a danzar con su mejor homenaje a la Virgen.
Santuario de la Santísima Virgen de la Candelaria "San Juan Bautista"
La imagen de la Virgen de la Candelaria registra su presencia desde el año 1580, en la Meseta del Collao. Habían pasado raudamente embrujadores crepúsculos diáfanos y prometedores celajes de limpias auroras, acariciando la CAPILLA que cobijaba la sacrosanta Imagen de la Virgen de la Candelaria, ubicado en el lugar actual, donde se encuentra el Santuario de la Virgen de la Candelaria de Puno.
Empezaba así su inexorable carrera de catequesis en el año de 1562, fecha en que oficialmente, se cumple la FUNDACIÓN DE LA PARROQUIA "SAN JUAN BAUTISTA" de Puno, en cumplimiento de la ORDENANZA PRELATURAL del OBISPO DE LA PAZ, y se desmembra de la Parroquia de Paucarcolla, de la que dependía administrativa y parroquialmente. Hecho que el mismo año fue puesto en conocimiento del Virrey GARCÍA SARMIENTO DE SOTOMAYOR, CONDE DE SALVATIERRA, del Virreynato del Perú.
Es laudable reconocer la titánica tarea de evangelización que realizaron los misioneros Jesuitas y Dominicos, a culturas politeístas con profundos arraigos, dentro de la belleza incomparable del Lago
Sagrado de los Incas y de su entorno, lleno de atractivos naturales, testigos elocuentes de civilizaciones Kollas, Lupacas, Tiawanacos e Incas, que crecieron arrulladas por la brisa de sus aguas.
El trajín del gentío comenzaba a darle vida a los adormitados parajes de la "Villa de San Carlos de Borromeo" de Puno y la Parroquia "San Juan Bautista", ya instituido como Iglesia de la feligresía, registra en el LIBRO de BAUTIZOS Y DEFUNCIONES DE ESPAÑOLES RESIDENTES en esas tierras, el PRIMER BAUTISMO de FRANCISCO DE LA TORRE DE ESCARCENA (española), el día 8 de abril de 1675, hijo de Don Miguel de la Torre y Doña Isabel de Escarcena. Apadrinaron este fausto acontecimiento Don Francisco Manuel de la Torre y esposa. El celebrante fue el Rvdo. Padre Silvestre Valdez.
Posteriormente, antes de la llegada de los FERROCARRILES a Puno (1873), la infraestructura del templo era muy parecida a lo que es actualmente. Años más tarde sufre un voraz incendio, merced a un petardo o al fuego descuidado de la quema de los "Khapus", consumiéndose todo el techo de paja de ichu y totora, dañando seriamente el conjunto infraestructural.

Ya para el año de 1887, el templo se encontraba totalmente reconstruido, casi tal como se aprecia actualmente. En 1988, en el Día de la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, el Excelentísimo Monseñor Jesús Mateo Calderón Barrueto, Obispo de la Diócesis de Puno, se dignó, ELEVAR este Templo Parroquial de "San Juan Bautista" a la CATEGORÍA de "SANTUARIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CANDELARIA" de Puno, en fecha 7 de febrero de 1988.

DEVOCIÓN

La Virgen de la Candelaria, la Mamacha Candelaria, Mamita Canticha, MamáCandi, entre otros nombres populares, es la patrona de la ciudad de Puno, Perú. Está asociada a la Pachamama (culto a la tierra), el lago Titicaca, las minas y el trueno; además de simbolizar, la pureza y la fertilidad. En ella convergen también las esperanzas de los desvalidos y la tenaz fe de los creyentes.

La celebración de la Virgen de la Candelaria de Puno es una celebración dura 18 días y se presentan más de 200 danzas, en estos días se juntan hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños que no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole así los beneficios y milagros que les permiten seguir viviendo. En esta fiesta sin igual, la ciudad entera se une en regocijo y en una mar de color, mística y danza, ante un mudo testigo principal como son las frías y tranquilas aguas del majestuoso Lago Titicaca.

Se inicia la Fiesta de la "Mamacha Candelaria" el 24 de enero y culmina el 18 de febrero como preludio del Carnaval. En ese lapso se congregan en el lugar, y entregadas en absoluta devoción a la Virgen, unas setenta bandas musicales, algunas compuestas hasta por 300 personas, entre músicos y bailarines.

Los integrantes de estas bandas no bailan ni tocan todo el jubileo, sino que se relevan constantemente ayudando a que la música, la veneración y la celebración continúen sin que nada ni nadie pueda detenerla.

En los primeros días, los danzarines ensayan lo que será su paso por las calles en corzos pletóricos de alegorías, para estar a punto cuando se dé su participación en el Concurso de Danzas Folklóricas. A toda hora se escuchan por algunas arterias de la ciudad los más variados ritmos de la región, interpretados por artistas que, acompañados de unas cervezas, empiezan ya a circular como prólogo al jolgorio que en breve se desatará.

A las tres de la mañana del primero de febrero, el Alferado -organizador y responsable monetario de la festividad- sube a la cima del cerro Azoguini en los alrededores de la ciudad, acompañado de unos cuantos músicos y de sus invitados, dando comienzo así al rito a la Virgen, ofreciendo licores, rezos e incluso detonando bombardas por todo lo alto, haciendo vibrar al expectante pueblo puneño.

Grupos ataviados con disfraces dirigiéndose al centro de la ciudad para participar en las festividades multicolores atuendos mostrados a través de la danza de "La Morenada"

Al despuntar el alba, "La Pandilla" - como se denomina a quienes realizan la ceremonia en el cerro- desciende bailando dirigiéndose hasta la iglesia San Juan Bautista, donde se ubica el santuario de la Virgen, preparándose para las misas que se realizarán al aparecer los primeros rayos del sol. Por la tarde, en la Entrada de Cirios, el Alferado y la Alferada, su esposa, salen de su hogar portando la imagen del niño Jesús seguidos por las autoridades y allegados en devota marcha hacia la iglesia de San Juan, llevando velas y cirios encendidos.


La noche previa al día central, tienen lugar las misas de vísperas para luego escuchar el tronar de los fuegos artificiales que iluminan con su resplandor el cielo del altiplano puneño, teniendo como fondo musical los melodiosos acordes entonados por bandas de músicos. La ocasión es propicia para que el Alferado agasaje a la concurrencia con ponche, anisado y cerveza en la entrada de la iglesia, hasta llegada la noche.

MITOS Y LEYENDAS SOBRE LA VIRGEN

-EN PERÚ:

Doce mil hombres se apostaron en las alturas de la villa de Puno, cercándola,. Los sitiadores eran liderados por el caudillo aymara Túpac Catari, junto con el rebelde Pedro Vilcapaza, de Azángaro, continuador de la lucha de Túpac Amaru. Eran los primeros meses de 1781 y los rebeldes intentaron tomar la ciudad para reducir este bastión del virreinato y preparar su ataque a la actual ciudad del La Paz. El reducido número de pobladores observaba cómo bajaban las huestes desde Huajsapata, Yurac Orqo y Orcapata, en las afueras de la villa. En las pequeñas escaramuzas los habitantes de la villa puneña se defendieron con el mayor coraje posible, pero su inferioridad numérica no les daba mayor chance en la contienda. En su desesperada situación, los pobladores optaron por sacar a la virgen, cuya imagen se veneraba en la iglesia de San Juan, en procesión. Tras implorarle su protección durante toda la noche, los pobladores observaron, atónitos, cómo los enardecidos sitiadores abandonaron el lugar.
 La anterior, es la historia que más ha trascendido en la tradición popular. La misma que fue rescatada por el estudioso Enrique Cuentas Ormachea en su libro "Presencia de Puno en la Cultura Popular". Sin embargo, hay otras historias. Las tradiciones dicen, también, que en aquella misma ocasión, durante la procesión matinal, las andas de la virgen empezaron a brillar con gran intensidad, encegueciendo a los sitiadores y al mismo tiempo éstos fueron víctima de un terrible espejismo: un enorme ejército a caballo llenaba la ciudad y sus armas brillaban también intensamente. Ante esa visión, las tropas de Tupác Catari se replegaron. Al mismo tiempo se dice que en las afueras de la mina de Laikakota, en 1675, el español don José Salcedo mandó derribar las casas de los mineros que se encontraban en las bocaminas. Pero dicha orden no se pudo cumplir: los mineros vieron a una virgen envuelta en llamas ("candela" en el giro popular) luchando contra el demonio. La visión de este milagro desanimó a Salcedo y desde entonces nació el culto y el nombre de la milagrosa virgen. Como apreciamos, durante toda la festividad Puno se rinde y se transforma, la ciudad sitiada por imágenes divinas que finalmente son una representación de nuestro propio cielo e infierno, una inolvidable expresión de color y fe, un motivo más para sentirnos orgullosos de las maravillas que nos reserva nuestra cultura popular.
Otras leyendas quieren relacionar a la imagen de la Virgen con la vida de los mineros. Hay que recordar que en sus orígenes Puno era principalmente un asentamiento minero con las minas de Laykakota y la fundición de plata de los hermanos Salcedo en San Luis de Alba ubicadas en las faldas Oeste del Cerro Cancharani, también recordar que, en época de la Colonia, del Cerro Azoguini se extraía en gran cantidad el precioso mercurio quien dio su nombre al cerro (el antiguo nombre del mercurio era "azogue").
En esas leyendas también la imagen de la Virgen aparece milagrosamente en Puno, tal es el caso de lo que cuenta Dionisio Quispe donde "la Virgen con el rostro de una Señora elegante serenísima y con un niño en los brazo" apareció en el siglo XVII a un nativo de la zona quien por orden de su amo cuidaba un pequeño caserío ubicado a las riberas de un riachuelo en las faldas del Cerrito Huajasapata. En esos tiempos los españoles sancionaban drásticamente a los nativos que no cumplían con sus trabajos en las minas, así que el hombre se encontraba entre el dilema de obedecer a su amo cuidando el terreno o de obtemperar a las ordenes de los Españoles. La Virgen le pidió el permiso de poder lavar las ropas de su hijo en el rio a cambio de cuidarle el predio hasta su regreso. Cuando regresó con su amo, quien no creía en esta historia, encontraron "el busto de la Virgen, toda vestida de blanco, con un niño en los brazos y sus ropitas aún mojadas".

-EN BOLIVIA:

El Carnaval de Oruro es una gran celebración popular celebrada cada año en la ciudad boliviana de Oruro, y una de las más grandes manifestaciones de arte popular y cultura tradicional andina. El año 2001 la UNESCO declaró al carnaval como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad".
La celebración se realiza en la ciudad de Oruro, la cual es considerada la capital folklórica de Bolivia. Esta celebración coincide con el festival Ito para los indígenas Uru. Utilizando trajes propios de las culturas andinas, la fiesta se centra en celebrar a la Pachamama, aunque por influencia de la Iglesia Católica el objeto de culto fue transformado en la Virgen del Socavón, propia del sincretismo cristiano. Por ordenes del gobierno colonial español de Lima, las celebraciones fueron prohibidas a lo largo del siglo XVII, aunque se mantuvieron y revivieron por parte de los pueblos originarios bajo los rituales católicos de la Fiesta de la Candelaria (o purificación de la Virgen). Los íconos cristianos remplazaron así a las deidades nativas, con el cambio de los santos por los elementos menores de la cosmología inca.
La tradición señala que en 1789 apareció milagrosamente una imagen de la Virgen en el socavón de la más rica mina de plata de Oruro, y desde esa fecha la celebración se centró en el culto a la Virgen del Socavón (también conocida como "Virgen de la Candelaria"). En la actualidad, las más importantes celebraciones se centran en el Santuario del Socavón.
La fiesta se lleva a cabo durante diez días y noches, durante los cuales cincuenta grupos de diabladas recorren la ciudad por una ruta que tiene una extensión de cuatro kilómetros, acompañados de bandas musicales y gran cantidad de celebrantes. La principal de estas danzas es la diablada, aunque también destacan los caporales, la morenada, los Suri-Sicuris, la llamerada, la kullawada, los Waca-Waca, Pujllay, Tinku, entre otros.

COMPARACIÓN CON BOLIVIA:

En Bolivia, así como en el Perú, el culto a la Virgen de la Candelaria se propagó en muchos puntos de sus espacios nacionales. En el vecino país hermano, bastaría transcribir el siguiente párrafo de un folleto de la Casa de Folklore de Bolivia:
".... Así es Oruro, añeja y de repente nueva, silenciosa y bullanguera, febril de alma, religiosa y profunda... tiene como herencia de su raza de fortaleza, su religión, su fe, su tradición, su costumbre, su inigualable carnaval en honor a la Virgen de la Candelaria, para el orureño, la Virgen Morena "Mamita de Socavón".
"La Festividad de la Virgen de la Candelaria - Puno, Perú, se origina en las ancestrales invocaciones andinas a la Pachamama (madre tierra) al tío supay (diablo) de los parajes mineros y a la Virgen de la Candelaria"... "y motiva uno de los más grandes acontecimientos de expresión folklórica en América".
También respecto a Bolivia, puede afirmarse que la Virgen de Copacabana, que cuenta con millones de leales devotos, es también la Virgen de la Candelaria. Para probarlo, basta que cualquiera de nuestros lectores interesados examine el grabado que aparece en la parte inferior de la gran puerta principal de madera de templo de esa ciudad. En ese grabado se advierte la imagen de la Virgen de la Candelaria (así nombrada expresamente en letra alto relieve), llegando sobre una balsa de totora a la playa de Copacabana, rodeada de un buen número de indígenas que acompañan a los religiosos que participan el suceso. ¿De dónde venía esa imagen? Solo podía del otro extremo del inmenso Lago, es decir de PUNO.

EXPANSIÓN Y CULTO, DEVOCIÓN Y MILAGROS

LOS ORÍGENES REMOTOS:

Mucho antes del nacimiento de Jesús de Nazareth, las leyes de Moisés eran parte fundamental del ordenamiento jurídico de la sociedad hebrea.
En ese tiempo, entre las más aplicadas disposiciones mosaicas estaba aquella en la que se establecía que cuando una mujer había tenido un niño varón, debía considerarse impura durante siete días u obligada en consecuencia a obtener su purificación. Esta situación se obtenía concurriendo al templo, pero sólo después de 33 días de cumplidos los primeros siete, es decir a los 40 días de producido el nacimiento. Para tal efecto estaba obligada además de llevar un holocausto, si era pobre, "un par de tórtolas o dos pichones". Hecha la ofrenda, el sacerdote rezaba una oración por la mujer y así ésta quedaba purificada.
La Iglesia Católica ha celebrado desde antiguo la purificación de la Virgen María el 2 de febrero, es decir a los 40 días (según antiguo calendario romano) del nacimiento de Jesús, que dicho sea de paso, coincidió con la celebración de la Epifanía.
En los primeros tiempos del cristianismo, específicamente en la primera mitad del siglo IV, la "fiesta de la purificación de la Virgen María o Fiesta de la Candelaria", era celebrada por la iglesia de Jerusalén con una procesión hacia la Basílica de la Resurrección de Constantino. De allí se propagó por todo el orbe católico y se mantuvo a través de los siglos en los pueblos católicos de occidente, con una singular constante: procesiones con luces (candelas, velas) previamente bendecidas. Por su parte, los católicos ortodoxos o de oriente, celebraban en igual fecha la purificación de la Virgen María con la denominación de "Virgen de las Lumbres" equivalente a la Virgen de la Candelaria, "que viene de las candelas o velas que fue práctica bendecir y llevar encendidas en esa festividad.
En La edad media, tanto en algunos lugares de Italia como "entre los carmelitas y otras órdenes religiosas creadas bajo la advocación de María Santísima, se celebra la Candelaria con Octava".

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

PUNO
SAN JUAN, PATRONO DEL PUEBLO:

El pueblo inka de Puñuy, por cédula de encomienda otorgada por Francisco Pizarro a favor de Gómez de Mazuela, suscrita en el Cusco el 1 de agosto de 1535, se convirtió en repartimiento de Puno. Este repartimiento y pueblo se consagró a San Juan, por eso en los encabezamientos de los documentos de fines del siglo XVI y de las primeras siete décadas del siglo XVII se aludía al pueblo de San Juan de Puno, como parte del corregimiento o provincia de Paucarcolla. Así, un documento de 1651, encontrado en el Archivo Regional de Puno, por el cual se remataba el trapiche de Aziruni a favor de Gaspar de Salcedo, iniciaba su texo de este modo: "En el pueblo de San Juan de Puno provincia de Paucarcolla, en veynte y tres días del mes de Marzo de mil y seiscientos y cincuenta y un años, estando en la Plaza Pública de este dicho pueblo...".

En honor a San Juan, el primer patrono de Puno, se construyó un templo en la plaza principal del pueblo de entonces. Por indagaciones del historiador Alejandro Cano sabemos que el templo de San Juan "mando construir en 1591 el Obispo de Charcas Fray Domingo de Santo Tomás". Según una versión periodística, la conclusión de la edificación del templo de San Juan se habría concretado por el año de 1613. El pueblo de naturales, como se llamaba al entonces importante pueblo de San Juan de Puno, contaba con un templo y no con una capilla, como despectivamente indican algunos historiadores. El techo de este templo se desplomó en 1881, tres decenios después, en 1911, se volvía a estrenar el templo de San Juan, luego de su reconstrucción.

FUNDACIÓN DE LA VILLA DE PUNO:

Como correlato de la rebelión de Laykakota dirigido por los hermanos Salcedo, el 9 de setiembre de 1668, el virrey Conde de Lemos ordenó el arrasamiento del pueblo minero San Luis de Alva, el traslado de sus pobladores y la fundación de una villa cerca del pueblo de San Juan de Puno. Para la fundación de la villa se eligieron advocaciones, la de Nuestra Señora de la Concepción y la de San Carlos, porque a estos santos se consagró la villa.
En un libro colonial de 1479, titulado Noticias cronológicas de la gran ciudad del Cusco y escrito por Diego Esquivel y Navia, hay una elocuente referencia sobre la fundación de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos. Tal información es contundente, no sólo por que ratifica la fecha de la fundación de la villa, sino porque indica el libro y el folio en donde se encuentra la ordenanza del virrey Conde de Lemos. La referencia expresa: "llegó el virrey a Puno... Después de demolida Laycacota, hizo el conde ciertas ordenanzas para la nueva población, su fecha en 9 de setiembre, las que están en el libro 12 de Provisiones de esta ciudad, a fojas 262. De vuelta de aquel asiento entró el virrey en el Cusco, miércoles 24 de octubre".
En uno de los informes del Virrey Conde de Lemos, suscrito el 12 de abril de 1669, de da cuenta de las dos advocaciones de la villa que fundó, cuando se alude a "la nueva población de Concepción y San Carlos". En otro documento de febrero de 1669, el maestro de niños Miguel de la Torre inicia su redacción así: "Villa de Nuestra Señora de la Limpia Concepción y San Carlos".
Se ha elegido el nombre de Nuestra Señora de la Concepción, por la gran devoción que profesaba hacia ella el virrey Conde de Lemos. En cuanto a San Carlos, se ha optado porque la villa se consagraba a San Carlos Borromeo y porque se ha previsto la misa de acción de gracias para el 4 de noviembre de 1668.
De esta manera que el pueblo de Puno tenía por patrono a San Juan y, la villa, a una patrona, Nuestra Señora de la Concepción y, a un patrono, San Carlos. El pueblo contaba con un templo para naturales y la villa con otro para españoles; por eso, Cosme Bueno, en1770, escribía que en Puno habían "dos iglesias: una de españoles y otra de indios".

ESTABLECIMIENTO DE COFRADÍAS:

Apenas fundada la Villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos se establecieron varias cofradías, las mismas se instalaron por inmediaciones de la plaza principal de la villa. Por documentación hallada en el Archivo Regional de Puno, conocemos que existían la Cofradía de Nuestra Señora de Puno y la Cofradía del Santísimo Sacramento.
Asimismo, se establecieron varias capellanías en la flamante villa. Tenemos los casos de la Capellanía de Pedro Giraldo de Aparicio, la Capellanía de Juan Galarza, la Capellanía de Julián González de la Puente, la Capellanía del Maestre de Campo Juan García de Arriaga y la Capellanía del Lic. Gregorio de Castro.

LA ADVOCACIÓN DE LA CANDELARIA:

En la jurisdicción actual de la región Puno, la Virgen de la Candelaria se entronizó como patrona, primero en un anexo del pueblo Huancané y, después, en la villa de Puno. Vale aclarar que en la segunda mitad del siglo XVIII, se unieron el pueblo de San Juan de Puno y la villa de Nuestra Señora de la concepción y San Carlos, desde entonces, esa confluencia era llamad por lo general como villa de Puno, villa capital o simplemente Puno.
Sobre Huancané contamos con una valiosa información de 1696, suministrada por Juan Quiepo de Llano Y Valdez, obispo de La Paz, quien luego de su peregrinaje por el corregimiento de Paucarcolla de su circunscripción, al rememorar su visita al pueblo de Huancané, escribió: "tiene tres viceparrochias, una, en la estancia de Toquepani; otra...en la estancia de Ynchupalla...; otra, en la estancia de Arcani, distante 9 leguas del pueblo, con la advocación de la Candelaria".

DEVOCIÓN DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA EN PUNO:

En el pueblo de San Juan de Puna y en la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos se inició la devoción hacia la Virgen de la Candelaria con la presencia de imágenes de esta virgen en numerosas viviendas puneñas. En una escritura de 1 de agosto de 1707, por la cual Felipe Valdez concedía una vivienda en alquiler al Marqués de Villa Rica (hijo del acaudalado minero José Salceda que dirigió la rebelión de Laikakota), se consignaba a "dos tabernas doradas con sus imágenes en bulto en el uno de la de un crucifijo y en el otro de una señora de la candelaria"
En otro documento del 29 de febrero de 1752, en una memoria testamental de Catalina Gayoso, se registraba: "Declaro por mis vienes una Caja de la Ymagen de Nra Señora de Copacabana y otra de bulto de la Candelaria sin bestuario"
Años después, los devotos de la Virgen de la Candelaria de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos y, sobre todo, del pueblo de San Juan de Puna hicieron que la imagen de la Virgen de la Candelaria se cobijara en el Templo de San Juan; de esta manera, este templo se convertía en Santuario de la Virgen de la Candelaria y, a la vez, la preferencia hacia esta virgen no sólo comenzaba a disputar con la que ostentaba San Juan, sino que lograba mayor predilección en los pobladores del pueblo de San Juan de Puno.

En ese inicio de la entronización de la Virgen de la Candelaria como patrona de Puno, debemos tener presente que no vino por una disposición de los gobernantes, caso de los anteriores patronos (San Juan, Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos), sino que la devoción popular paulatinamente se acrecentaba hasta que finalmente logró imponerse, primero, sobre San Juan y, después, sobre los patronos de la villa, la Inmaculada Concepción y San Carlos.

INTRODUCCIÓN


La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones de la Virgen María. La historia de esta imagen está unida íntimamente a la historia de las Islas Canarias y especialmente de la isla de Tenerife pues fue el lugar donde se dice que apareció. La talla original se conservaba en la Basílica de Candelaria, en el municipio de Candelaria en Tenerife, pero desapareció después de un temporal que azotó la isla. Debido a que las Canarias eran escala obligatoria en los viajes a América, muchas de sus costumbres fueron exportadas a ese continente. Entre ellas, la adoración a la Virgen de la Candelaria. Actualmente, la imagen es venerada con especial devoción en las Islas Canarias, donde ostenta el cargo canónico de Patrona General del Archipiélago Canario y en el Perú. También es venerada en lugares con una importante colonia de canarios, donde suele usarse para representar al archipiélago.
En el proceso de evangelización en América, se utilizaron muchas imágenes de santos, ángeles y de la Virgen María para reemplazar a los ídolos naturales existentes. Este proceso, naturalmente, no fue de la noche a la mañana, pues la conversión al cristianismo se impuso por la fuerza e hicieron falta muchas generaciones para ser aceptada casi a ciegas. Digo a "ciegas", porque desde el bautismo nos imponen el cristianismo y crecemos únicamente con esa religión, sin poder elegir cualquier otra. No muy a menudo nos preguntamos el porqué de los rituales religiosos que practicamos, y es que no pueden verse los efectos de la religión en otro lado que no sea en las consecuencias de la forma en la que se utiliza.
Las diferentes advocaciones de la Virgen María, son las más usadas en el proceso de evangelización y, muy a menudo, se utilizaban para crear pueblos bajo su patronado. La Virgen de la Candelaria no es ajena a esta situación, ya que desde las Islas Canarias, hasta el "nuevo mundo", muchos pueblos tomaron su nombre o se declararon bajo su protección. Puno es un caso particular, puesto que esta imagen, al unirse con otros símbolos paganos, tomó otra forma y significación (pero no muy distantes a la original), identificándola así, en esta región, con la Pachamama o Madre Tierra.

Debemos tener en cuenta que nuestras leyendas sobre el origen tanto de esta como otras imágenes, así como también en otros países o ciudades, son creadas a partir de la interpretación que tuvieron los primeros evangelizados de las mismas, que les fueron contadas por los sacerdotes de esa época. Por esta razón, las explicaciones a menudo se contradicen pero a la vez, tienen un trasfondo similar. En este trabajo citaremos a varios autores y, por ende, muchas más teorías acerca de nuestra patrona, Virgen de la Candelaria. Siendo nuestro fin, el de dar un panorama amplio e imparcial en lo concerniente a su historia.